jueves, 17 de julio de 2008

Vegetación

El reemplazo de especies nativas por especies exóticas (entre ellas, las coníferas de rápido crecimiento) puede considerarse como uno de los factores que propician la creación de mosaicos de vegetación y que, de esta manera, contribuyen al proceso de fragmentación de hábitat a nivel de paisaje.
Las especies más utilizadas son el pino ponderosa (Pinus ponderosa), el pino oregón (Pseudotsugamenziesii), el pino radiata y el pino murrayana (Pinus contorta). Pino ponderoso y pino oregón son especies apreciadas por su buen crecimiento, sanidad y calidad maderera. Pino ponderosa es la especie con mayor superficie cultivada –aproximadamente, 50.000 ha–, mientras que la superficie plantada de pino oregón es relativamente pequeña, aunque ampliamente distribuida entre San Martín de los Andes, en Neuquén, y Corcovado, en Chubut.
A nivel de paisaje, el impacto del reemplazo de asociaciones vegetales autóctonas por plantaciones ha sido drástico. Recientes investigaciones indican que en la provincia de Chubut muchas áreas anteriormente ocupadas por el bosque nativo de ciprés han sido reemplazadas por plantaciones de coníferas exóticas (Carabelli et al., 2003 a). Estudios realizados a una escala detallada demuestran que las condiciones ecológicas que generan las plantaciones densas demás de veinte años de P. ponderosa no permiten el desarrollo de la mayoría de las especies de las comunidades nativas –e.g., estepa, matorral mixto y bosque de ciprés– (Raffaele y Schlichter, 2000).
Uno de los cambios más importantes se observa a nivel del suelo, por la acumulación de acículas de difícil descomposición que podrían estar actuando como una barrera mecánica e impidiendo el enterramiento de semillas en el suelo. La falta de luz y la desaparición de micro sitios seguros (Fowler, 1986) para la germinación y el establecimiento de muchas especies nativas de la estepa podrían ser algunas de las causas que ocasionan la pérdida de especies en los pinares (Raffaele y Schlichter, 2000). De las cuatro especies de plantas que se encuentran listadas en el Apéndice I de CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora) para la Argentina, tres son coníferas endémicas de la Patagonia, cuya conservación resulta fundamental: el alerce, el ciprés de las guaitecas y el pehuén. Las dos primeras (Fitzroya cupressoides y Pilgerodendronuviferum) son géneros monotípicos. El tipo forestal alerce posee un 82% de su área bajo protección. Sin embargo, cabe destacar que un estudio de variación genética indica que poblaciones de la especie con elevada variación genética se encuentran fuera de AP (Premoli et al., 2000 b; Kitzberger et al., 2000 b).Los bosques de pehuén y ciprés (Araucaria araucana y Austrocedrus chilensis) poseen porcentajes de protección de 36 y 38%, respectivamente. Estas dos especies son las que, en la actualidad, se encuentran mayormente amenazadas por plantaciones de especies maderables exóticas y por fuego. Si bien la mayoría de las poblaciones de ciprés de las guaitecas descriptas en la Argentina se encuentran dentro de AP, existen algunas que se encuentran sin protección.



Fuentes de imagenes: http://debariloche.blogspot.com/



Fuente del texto:http://www.vidasilvestre.org.ar/descargables/libro_imperdible/BAP.pdf

No hay comentarios: