martes, 22 de julio de 2008

Especie endemica vegetal

Nothofagus obliqua


Características botánicas: Árbol monoico, caducifolio, de 20 m que puede alcanzar hasta 40 m de altura y más de 40 cm hasta 2 m de diámetro, de tronco cilíndrico y corteza gruesa y dura, agrietada en placas grandes. Copa pirámidal, muy ramoso.Hojas subcoriáceas a coriáceas, de forma aovada o aovada-lanceoladas, alternas, notablemente asimétricas en la base, de bordes irregularmente aserrado-dentados, de tamaño muy variable de acuerdo a la procedencia, de 2-5 cm de largo por 1,5-3 cm de ancho, pueden ser glabras o pubescentes, con papilas resinosas en su cara adaxial, de color verde pálido en el envés. Flores unisexuales, pequeñas, las que se desarrollan en el extremo de las ramas nuevas. Las flores masculinas, son solitarias, cortamente pecioladas, rodeadas por un involucro pubescente contiene entre 30-40 estambres. Las flores femeninas con dos o tres estigmas, se encuentran reunidas de tres, protegidas por una cúpula o involucro pubescente, cubierto de apéndices por el dorso, de 8*6 mm, 4-valvada, dehiscente. Los frutos son nueces de forma oval pirámidales, leñosos de 4-8 mm de largo por 6 mm de ancho, reunidos en número de tres en el interior de la cúpula, el central es bialado y los dos laterales son trialados, protegidos por la cúpula con 4 valvas ovaladas, anchas. El número de semillas por kg. varía entre 50.000 y 150.000, la viabilidad fluctúa de acuerdo al año de producción, variando entre 11 y 43%, con un alto contenidos de semillas vanas, pudiéndose tratar de ciclos bianuales. Las semillas son microbióticas y se mantienen vivas no más de dos años en condiciones naturales. La conservación en almacenamiento seco a 2°C, con un contenido de humedad bajo el 10%, permite guardarlas por cerca de 20 años. Germinación epígea.Fenología: La época de floración ocurre a inicios de primavera, entre septiembre a octubre y la maduración de sus frutos se produce entre febrero y abril.

Importancia: Es una de las especies forestales de mayor distribución y abundancia en los distintos habitats del bosque patagónico..La albura es blanquecina- amarillenta poco resistente a la intemperie, el duramen es rojizo, llamado 'pellin'. Los ejemplares adultos con la madera apellinada son los más valiosos por la madera rojiza, dura, pesada, resistente a la intemperie. La Vegetación del Area Natural Protegida Epulauquen. Neuquen. Argentina. En Argentina se presenta entre los 35º y 42º Lat. Sur en forma esporádica entre los Departamentos Aluminé, Lácar y Huiliches, aunque existen pequeñas masas boscosas en el Norte de Neuquén, que caracterizan principalmente el Área Natural Protegida - Epulauquen que marca el límite septentrional de la especie. La Reserva Provincial de Epu-lauquen se ubica en el centro oeste del Departamento Minas, al NW de la Provincia del Neuquén, con una superficie de 7450 Has. La geomorfología dominante es de naturaleza glaciaria. El material originario del suelo es derivado de cenizas volcánicas holocénicas. El objetivo de este trabajo es estudiar y caracterizar el bosque de Roble pellín de esta zona. Se efectuaron 20 relevamientos con el método fitosociológico de Braun- Blanquet. De los resultados obtenidos, se concluye que esta comunidad pertenece a la sintaxa Dioscoreo-Nothofagetum obliquae, con lo que se amplía la corología propuesta por otros autores para los bosques Andino- patagónicos de la Argentina. Se discute la dependencia de esta comunidad con algunas variables (altitud, exposición, pendiente) y el estado de conservación en que se encuentra.



Fuente del texto: http://www.aserraderosanfrancisco.com/roble.htm


Fuente de imagenes: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/ea/Nothofagus_obliqua.jpg/598px-Nothofagus_obliqua.jpg
http://img144.imageshack.us/img144/4800/304546390fe604e4f8uz1.jpg

jueves, 17 de julio de 2008

Vegetación

El reemplazo de especies nativas por especies exóticas (entre ellas, las coníferas de rápido crecimiento) puede considerarse como uno de los factores que propician la creación de mosaicos de vegetación y que, de esta manera, contribuyen al proceso de fragmentación de hábitat a nivel de paisaje.
Las especies más utilizadas son el pino ponderosa (Pinus ponderosa), el pino oregón (Pseudotsugamenziesii), el pino radiata y el pino murrayana (Pinus contorta). Pino ponderoso y pino oregón son especies apreciadas por su buen crecimiento, sanidad y calidad maderera. Pino ponderosa es la especie con mayor superficie cultivada –aproximadamente, 50.000 ha–, mientras que la superficie plantada de pino oregón es relativamente pequeña, aunque ampliamente distribuida entre San Martín de los Andes, en Neuquén, y Corcovado, en Chubut.
A nivel de paisaje, el impacto del reemplazo de asociaciones vegetales autóctonas por plantaciones ha sido drástico. Recientes investigaciones indican que en la provincia de Chubut muchas áreas anteriormente ocupadas por el bosque nativo de ciprés han sido reemplazadas por plantaciones de coníferas exóticas (Carabelli et al., 2003 a). Estudios realizados a una escala detallada demuestran que las condiciones ecológicas que generan las plantaciones densas demás de veinte años de P. ponderosa no permiten el desarrollo de la mayoría de las especies de las comunidades nativas –e.g., estepa, matorral mixto y bosque de ciprés– (Raffaele y Schlichter, 2000).
Uno de los cambios más importantes se observa a nivel del suelo, por la acumulación de acículas de difícil descomposición que podrían estar actuando como una barrera mecánica e impidiendo el enterramiento de semillas en el suelo. La falta de luz y la desaparición de micro sitios seguros (Fowler, 1986) para la germinación y el establecimiento de muchas especies nativas de la estepa podrían ser algunas de las causas que ocasionan la pérdida de especies en los pinares (Raffaele y Schlichter, 2000). De las cuatro especies de plantas que se encuentran listadas en el Apéndice I de CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora) para la Argentina, tres son coníferas endémicas de la Patagonia, cuya conservación resulta fundamental: el alerce, el ciprés de las guaitecas y el pehuén. Las dos primeras (Fitzroya cupressoides y Pilgerodendronuviferum) son géneros monotípicos. El tipo forestal alerce posee un 82% de su área bajo protección. Sin embargo, cabe destacar que un estudio de variación genética indica que poblaciones de la especie con elevada variación genética se encuentran fuera de AP (Premoli et al., 2000 b; Kitzberger et al., 2000 b).Los bosques de pehuén y ciprés (Araucaria araucana y Austrocedrus chilensis) poseen porcentajes de protección de 36 y 38%, respectivamente. Estas dos especies son las que, en la actualidad, se encuentran mayormente amenazadas por plantaciones de especies maderables exóticas y por fuego. Si bien la mayoría de las poblaciones de ciprés de las guaitecas descriptas en la Argentina se encuentran dentro de AP, existen algunas que se encuentran sin protección.



Fuentes de imagenes: http://debariloche.blogspot.com/



Fuente del texto:http://www.vidasilvestre.org.ar/descargables/libro_imperdible/BAP.pdf

Endemismo

La ecorregión valdiviana (al igual que los restantes bosques andino-patagónicos) se caracteriza por poseer una biota altamente endémica (Aizen y Ezcurra, 1998). Cerca del 30% de los géneros de plantas leñosas son endémicos del BTSA, y en este bioma existen hasta dos familias de plantas vasculares que están presentes en esta región y en ningún otro lugar del mundo (Aextoxicaeae y Misodendraceae). Esta alta incidencia de endemismos es comparable a la que caracteriza a floras insulares oceánicas y es, posiblemente, el producto de la larga historia de aislamiento de este bioma boscoso. Los endemismos florísticos (e incluso algunos zoológicos –e.g., el marsupial Dromiciops gliroides, considerado un fósil viviente–) se pueden caracterizar como "paleoendemismos”, es decir, como representantes de linajes que especiaron en un pasado lejano y que, hoy en día, están representados por una o pocas especies por género o familia. Muchos de estos endemismos se encuentran entre las plantas epífitas, parásitas o trepadoras, formas de vida muy bien representadas en la ecorregión valdiviana. Éstas son más características de biomas tropicales y, posiblemente, son parte de la herencia tropical que todavía se ve reflejada en la composición florística actual y en los procesos ecológicos que ocurren en estos bosques (Aizen y Ezcurra, 1998).Esta herencia tropical también se puede observar en las altas incidencias de polinización biótica(particularmente, ornitofilia) y dispersión animal (particularmente, endozoocoria), que se encuentran entre las más altas registradas para cualquier bioma templado. En la ecorregión valdiviana,cerca del 20% de las especies leñosas son presumiblemente polinizadas en forma exclusiva o, al menos, altamente eficiente por el único colibrí endémico de estos bosques, Sephanoides sephaniodes, lo que constituye un tipo de interacción altamente asimétrica y que otorga a este polinizador la categoría de especie clave (Aizen y Ezcurra, 1998; Aizen et al., 2002). Esta asimetría también caracteriza las interacciones lanta-dispersor, entre las que sólo dos especies de aves, Elaenia albices y Turdus falcklandii, son las mayores responsables de la dispersión de un gran número de especies de plantas leñosas productoras de frutos carnosos (Aizen et al., 2002). Este ecosistema también alberga interacciones únicas a nivel mundial, tales como la dispersión de semillas de la lorantácea Tristerix corymbosus por el marsupial Dromicops gliroides, probablemente una interacción muy antigua de origen gondwánico (Amico y Aizen, 2000). Las semillas de las demás especies estudiadas de esta familia que se encuentran mayormente en los trópicos y subtrópicos tienen dispersión mediante aves. En general, los estudios sobre redes de interacciones mutualistas planta-animal de la ecorregión valdiviana avalan la hipótesis de que la alta riqueza de plantas que son polinizadas o dispersadas por vertebrados depende de un ensamble extremadamente pobre de animales mutualistas. Por el contrario, en el caso de la polinización por invertebrados, trabajos recientes revelan que las flores entomófilas del BTSA interactúan con un ensamble insospechadamente diverso de insectos, rico en grupos taxonómicos exclusivos de este bioma (Aizen et al., 2002; Aizen y Amico, 2005). Aunque muchos de estos mutualismos parecen ser resilientes, otros aparentan tener un alto grado de sensibilidad ante distintas formas de perturbación antrópica, como la invasión de especies exóticas. Por ejemplo, en muchas zonas del BTSA el único abejorro nativo, Bombus dahlbomii, otro polinizador c2005).lave, ha sido reemplazado por su congénere de origen europeo B. ruderatus (Morales y Aizen, 2004), lo que produjo consecuencias potenciales para la polinización de la flora nativa (Morales y Aizen, 2002 y 2005).

viernes, 11 de julio de 2008

Ubicación, suelos, clima y utilización de recursos.

Ubicación

Entre los paralelos 35º y 48º de latitud sur en la Argentina, y abarcan las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, entre el límite con Chile y el meridiano de 70º de longitud oeste, se encuentra limitada naturalmente por el Océano Pacífico al oeste y sur.





Referencias Bosque Patagónico
Áreas de Biodiversidad Sobresaliente


(Situación Ambiental Argentina 2000)
1. Relictos de bosques de Nothofagus y
Austrocedrus
2. Bosques de Guindo y Península Magallanes
3. Pque. Nac. Tierra del Fuego y alrededores
4. Península Mitre e Isla de los Estados
Áreas protegidas (Administración de
Parques Nacionales, Sistema de Información


de Biodiversidad)
Nacionales
5. Pque. Nac. y Res. Nat. Lanín
6. Pque. Nac. y Res. Nat. Nahuel Huapí
7. Pque. Nac. y Res. Nat. Lago Puelo
8. Pque. Nac. y Res. Nat. Los Alerces
9. Pque. Nac. y Res. Nat. Perito Moreno
10. Pque. Nac. y Res. Nat. Los Galciares
11. Pque. Nac. Tierra del Fuego
Provinciales
12. Res. Prov. Lagunas del Epulafquen
13. Pque. Prov. Copahue – Caviahue
14. Res. Ftal. Batea Mauhida
15. Res. Ftal. Chañy
16. Pque. Municipal Llao Llao
17. Res. Ftal. Los Repollos
18. Res. Ftal. Loma del Medio
19. Res. Ftal. Cerro Currumahuida
20. Res. Ftal. Cuartel Lago Epuyen
21. Pque. Prov. Cerro Pirque
22. Pque. Prov. y Res. Ftal. Río Turbio
23. Res. Ftal. Trevelín
24. Área Nat. Prot. Lago Baggilt
25. Res. Ftal. Lago Guacho
26. Estancia Rincón Ira Hiti
27. Res. Prov. Península de Magallanes
28. Res. Ecológica, Histórica y Turística Isla
de los Estados



Los bosques patagónicos tienen dos tipos diferentes de suelos:


Andisol: Son suelos desarrollados sobre depósitos volcánicos (cenizas), por lo que son poco fértiles, se ubican en el área andina.

Aridisol: son los suelos de climas áridos, ya sean fríos o cálidos (en este caso frío), que no disponen durante largos períodos de agua, ya que la precipitación anual es baja. Estos suelos son pobres en materia orgánica, pero ricos en minerales (yeso, carbonatos).
















Clima
La influencia de los vientos húmedos del Pacífico y el efecto sombra que produce la Cordillera de los Andes sobre las vertientes orientales en la Argentina determinan un marcado gradiente de precipitación longitudinal. Así, a latitudes medias de 40° de latitud sur y a lo largo de escasos 80 km, la precipitación varía de 3.000 mm en los Andes a menos de 500 mm en la estepa patagónica. Existe también un marcado gradiente térmico no solamente latitudinal a escala de paisaje, sino también a escalas reducidas de cientos de metros a lo largo de gradientes altitudinales. Su tipo de clima es frio-humedo y su temperatura ronda entre los 6ºC y los -12ºC.





Utilización de recursos

Desforestación y transformación: Posee una superficie total similar a la histórica.

Sobreexplotación forestal y degradación de los suelos: Existe un buen etado de conservación de los suelos, pero es susceptibles a incendios.

El turismo: Hay un incremento notable de visitantes, más de 5000000, en Santa Cruz y Tierra del Fuego.



Geografía Argentina de la editorial puerto de palos.